Una selladora de bolsas es una máquina de mediano o gran tamaño que sellan bolsas grandes o sacos, pudiendo realizar el trabajo en posición vertical u horizontal. Son ideales para envasar productos en grano, líquidos, sólidos o en polvo; que en una selladora normal se derramarán. Sellan todo tipo de materiales como polietileno, polipropileno, celofán, aluminio y papel, entre otros. El objetivo de sellar las bolsas es proteger los productos de factores externos como el aire, la humedad, el polvo o los microorganismos.
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Toggle¿Cómo funciona una maquina selladora de bolsas?
Existen diferentes tipos de maquinas selladoras según el método de sellado, tamaño, forma y capacidad. Algunos de los tipos más comunes son:
– Selladora de bolsas manual: Se acciona con la mano, presionando la bolsa entre dos barras metálicas que se calientan y sellan. Es una selladora sencilla, económica y fácil de usar, ideal para pequeños negocios o uso doméstico. Se puede regular la temperatura y el tiempo de sellado según el tipo y grosor de la bolsa.
– Selladora de bolsas industrial: Esta Selladora se acciona con un pedal o botón, sellando la bolsa automáticamente. Es más potente, rápida y eficiente que la manual, ideal para negocios con mayor producción o demanda. Se puede regular la temperatura, el tiempo y la presión de sellado según el tipo y grosor de la bolsa.
– Selladora continua: Se encarga de sellar las bolsas de forma continua y sin interrupciones, mediante una banda transportadora que las lleva a través de un sistema de rodillos o cintas que las calientan y las sellan. Es una máquina muy rápida y productiva, ideal para negocios con gran volumen o variedad de productos. Se puede regular la velocidad, la temperatura y el ancho de sellado de acuerdo al tipo y tamaño de la bolsa.
¿Cuántos tipos de máquinas selladoras existen?
Existen diferentes tipos de selladoras de bolsas según su clasificación, que se pueden agrupar en dos categorías principales: selladoras por impulso y selladoras en continuo.
Selladoras por Impulso
Son aquellas que solo se calientan cuando se acciona un interruptor o una palanca. Estas selladoras tienen una resistencia eléctrica que se calienta al recibir una corriente y se enfría al dejar de recibirla. Son adecuadas para sellar bolsas finas o de poco grosor, como las de polietileno o polipropileno. Dentro de las selladoras por impulso podemos encontrar:
– Selladoras manuales: son las más sencillas y económicas. Se accionan con la mano y se pueden regular el tiempo y la temperatura de sellado según el tipo de bolsa. Suelen tener un ancho de sellado entre 20 y 40 cm.
– Selladoras con cortador: son similares a las manuales, pero tienen una cuchilla que permite cortar el exceso de bolsa por encima del sellado. Son útiles para hacer bolsas a medida o para dar un mejor acabado.
– Selladoras con pedal: son más cómodas y rápidas que las manuales, ya que se accionan con el pie y permiten tener las manos libres para manipular las bolsas. Suelen tener un ancho de sellado mayor que las manuales, entre 30 y 60 cm.
– Selladoras verticales: son especiales para sellar bolsas que contienen productos líquidos o granulados, ya que se colocan en posición vertical y evitan que el contenido se derrame. Suelen tener un soporte para sostener la bolsa.
Selladoras en continuo o de banda continua
Son aquellas que se mantienen calientes de forma permanente o constante. Estas selladoras tienen unas bandas transportadoras que llevan la bolsa a través de una zona de calentamiento y otra de enfriamiento. Son adecuadas para sellar bolsas gruesas o de gran tamaño, como las de aluminio o materiales complejos. Dentro de las selladoras en continuo podemos encontrar:
– Selladoras horizontales: son las más comunes y versátiles. Se colocan en posición horizontal y pueden sellar diferentes tipos de bolsas con rapidez y precisión. Suelen tener un control digital del tiempo, la temperatura y la velocidad de sellado.
– Selladoras verticales: son similares a las horizontales, pero se colocan en posición vertical y pueden sellar bolsas que contienen productos líquidos o granulados sin riesgo de derrame. Suelen tener un sistema de llenado automático o semiautomático.
– Selladoras rotativas: son las más avanzadas y eficientes. Tienen un sistema rotatorio que permite sellar varias bolsas al mismo tiempo con una alta velocidad y calidad. Suelen tener un sistema de alimentación automático y un control digital del proceso.
Sin embargo, también podemos clasificarlas según su uso o finalidad. De acuerdo a esta clasificación podemos conseguir los siguientes tipos:
– Selladoras de bolsas para esterilizar: son las que se usan para sellar bolsas que contienen material médico o farmacéutico que requiere ser esterilizado. Estas selladoras tienen un sistema que imprime la fecha y hora del sellado, así como otros datos relevantes para el control de calidad. Suelen ser selladoras por impulso con cuchilla.
– Selladoras de bolsas para alimentos: son las que se usan para sellar bolsas que contienen alimentos frescos, congelados o secos que necesitan conservar sus propiedades y evitar la contaminación. Estas selladoras pueden tener un sistema de vacío o de atmósfera modificada que extrae el aire de la bolsa y lo reemplaza por otro gas que prolonga la vida útil del alimento. Suelen ser selladoras en continuo o por impulso.
– Selladoras de bolsas para productos industriales: son las que se usan para sellar bolsas que contienen productos industriales como piezas, herramientas, químicos, etc. Estas selladoras tienen que ser resistentes y duraderas, capaces de sellar bolsas gruesas o de gran tamaño. Suelen ser selladoras en continuo o rotativas.
– Selladoras de bolsas para productos domésticos: son las que se usan para sellar bolsas que contienen productos domésticos como ropa, juguetes, libros, etc. Estas selladoras tienen que ser prácticas y fáciles de usar, capaces de sellar bolsas finas o de poco grosor. Suelen ser selladoras manuales o con pedal.
¿Qué beneficios tiene usar una maquina selladora de bolsas?
Contar con una selladora de bolsas tiene muchos beneficios para tu negocio, entre los que se destacan:
– Sellado de todo tipo de materiales, incluso complejos.
– Son muy fáciles de utilizar, siendo usadas por personas sin experiencia
– Mejora la presentación y la imagen de tus productos.
– Aumenta la higiene y la seguridad de tus productos, evitando así posibles contaminaciones.
– Alarga la vida útil y el valor nutricional de tus productos, porque mantiene sus propiedades intactas por más tiempo.
– Reduce los costes, optimizando el uso del material.
– Incrementa la satisfacción y la fidelidad de tus clientes, ofreciéndoles productos de calidad y confianza.
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